Apenas unos días después de que los trabajadores votaran abrumadoramente a favor de la autorización de la huelga, la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales de EEUU y Canadá (International Alliance of Theatrical Stage Employees, IATSE) ha demostrado su disposición a otorgar una concesión importante a la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). IATSE declaró que ahora busca un tiempo de respuesta de solo 10 horas entre turnos, dejando a un lado las demandas de los trabajadores de una jornada laboral máxima de 12 horas.

Con más del 90 por ciento de los miembros de aproximadamente 60.000 votantes, el 98,6 por ciento votó para autorizar una huelga.

El liderazgo de IATSE pretendía que la votación obligó a un AMPTP recalcitrante a regresar a la mesa de negociaciones en un intento por evitar una huelga inminente. Sin embargo, IATSE utilizó la reanudación de las conversaciones para entregar una concesión significativa a la administración, y al parecer acordó aceptar turnos de 14 horas en lugar de la demanda de votación de autorización previa a la huelga de turnos de 12 horas.

Según Variety, el agente comercial del Local 487, David O’Ferrall, dijo que el AMPTP ahora estaba dispuesto a aceptar tiempos de respuesta de 10 horas entre turnos, pero no dijo nada sobre la demanda anterior de turnos de 12 horas. Más bien, para disfrazar el retroceso de la IATSE, afirmó que, 'La AMPTP está retrocediendo para ver dónde pueden crear grietas, pero el sentimiento de la AI es negociar duro y obtener lo que se nos debe'.

¿En qué tipo de negociación están participando? ¿A qué trabajador se le debe un turno de 14 horas aunque sea una vez, y mucho menos de forma regular? Se ha demostrado que el sindicato cedió a una de las demandas centrales pocas horas después de regresar a la mesa de negociaciones desde una posición de fuerza sin molestarse en ofrecer una explicación a los miembros.

Los trabajadores expresaron su disgusto en la página de Facebook de IATSE. Un trabajador escribió, '12 en 12 fuera parece tan simple', cuando se enteró de la caída de IATSE en un día de 12 horas. Varios miembros de IATSE expresaron su incredulidad, mientras que la ira de otros era palpable, como con un trabajador que comentó: 'Mi bisabuelo no se cortó la costra con un cuchillo, por lo que solo pudimos tener un tiempo de respuesta de 10 horas'.

A algunos trabajadores les preocupaba que su salario, ya de por sí bajo, se viera afectado por la reducción de las horas de trabajo, sin embargo, otros señalaron la falsedad de esta línea de razonamiento con la afirmación sucinta: 'Páganos lo suficiente para vivir solo en el tiempo, para empezar'.

La resolución de los trabajadores de oponerse a condiciones intolerables es inquebrantable. Frente a los pelotilleros proempresariales de IATSE que profesan que no se puede hacer nada, o que 'así siempre han sido las cosas', los trabajadores se han pronunciado y han mostrado su determinación de luchar.

Sin embargo, no se puede depositar fe en el liderazgo de IATSE para llevar adelante las demandas de los trabajadores. En cuestión de horas ha mostrado su disposición a abandonar las demandas de los trabajadores sin la cortesía de una explicación. ¿Por qué Matthew Loeb, presidente de IATSE, cedió a una de las principales demandas de los trabajadores justo cuando regresaban a la mesa desde una posición de fuerza sin igual? La respuesta es simple, la dirección de IATSE nunca tuvo la intención de luchar por las demandas de los trabajadores.

El hecho es que en los 128 años de historia del IATSE, el sindicato nunca ha realizado una sola huelga, un hecho del que la dirección es muy consciente y la razón por la que pueden proceder con tanta confianza y arrogancia.

De hecho, la votación de autorización de huelga del pasado fin de semana fue la primera en la historia de IATSE. IATSE se formó por primera vez en 1893 en Nueva York con representantes de once ciudades. Durante las décadas de 1930 y 1940, IATSE fue dirigido por el crimen organizado: el presidente George Browne recibió órdenes del principal secuaz de Al Capone, Frank Nitti, y formó una alianza criminal con el gánster Willie Bioff.

Durante las elecciones del liderazgo de IATSE de 1934, a la altura de las luchas laborales masivas en los EE. UU., los gánsteres armados en todas las ciudades importantes obligaron a los miembros de IATSE a votar 'correctamente' por George Browne. Durante el testimonio en la corte, Willie Bioff admitió que extorsionó a ejecutivos de compañías cinematográficas en nombre de IATSE por una suma de millones de dólares a cambio de 'paz laboral', es decir, asegurándose de que los trabajadores se sometieran a las demandas de los estadios.

La última gran huelga contra los estudios de Hollywood tuvo lugar en 1945-46. La huelga fue encabezada por la militante Conference of Studio Unions (CSU) encabezada por Herbert Sorrell. IATSE organizó a sus miembros para que cruzaran los piquetes y ayudó a los principales estadios a aplastar la huelga con la ayuda del Screen Actors Guild (SAG), encabezado en ese momento por Ronald Reagan. Sus acciones de costra permitieron la inclusión en listas negras y la destrucción de la CSU y el surgimiento de la IATSE de derecha como la fuerza dominante en los estadios de Hollywood.

Loeb, que tiene un paquete de compensación de más de $500,000, ha supervisado IATSE desde 2008 y es directamente responsable de las condiciones actuales. Como se indicó anteriormente, el hecho de que esta sea la primera autorización de huelga demuestra la total subordinación de IATSE a la gestión del estudio.

Esta denominada organización laboral ha acordado contratos que permiten a los estadios mantener a los empleados en el equipo durante 18 horas al día, seis días a la semana; que permite a las empresas mantener a los trabajadores de pie todo el tiempo sin pausas para comer, solo teniendo que pagar una pequeña multa (para la cual el presupuesto de los estudios); que permite a los estadios pagar salarios inferiores a los que se pagan en la industria de la comida rápida ya los jefes de los estudios maltratar y abusar aleatoriamente a los empleados y, en esencia, robarles la vida a los trabajadores.

El viernes, Thom Davis, segundo vicepresidente Internacional de IATSE, dijo que “Su Sindicato está comprometido a continuar negociando para obtener el contrato que nuestros miembros merecen, pero no podemos y no permitiremos que los empleadores simplemente prolonguen el proceso sin un movimiento válido de su parte. En algún momento se tomará una decisión sobre si las negociaciones avanzan lo suficientemente bien como para continuar las conversaciones o si es hora de actuar. ¿Estamos en ese punto todavía? NO lo estamos. ¿Se permitirá que los empleadores nos acompañen? NO.'

Davis debe pensar que está hablando con tontos que no pueden ver lo que tienen ante sus ojos. El contrato expiró a finales de julio, e IATSE otorgó al AMPTP una extensión, que expiró el 10 de septiembre. El contrato expiró mientras se implementaban protocolos COVID-19 más estrictos y justo al final de una de las desaceleraciones de producción más expansivas en la historia de la industria con una demanda que nunca ha sido mayor.

Dadas las condiciones en las que operaban los trabajadores, ¿por qué no se votó la autorización de huelga antes de que expirara el contrato? ¿Por qué se suspendieron las negociaciones del contrato para que se pudieran aflojar los protocolos de COVID-19 y aumentar la producción? ¿Y por qué se le dio al AMPTP un “acuerdo tácito” para la extensión de esos protocolos relajados del COVID-19 dado el aumento de la variante delta que está devastando California? Uno podría preguntarle a Davis cuándo dejará IATSE de permitir que AMPTP dar falsas esperanzas a los trabajadores.

Según Deadline, al final de las negociaciones el viernes, Loeb proclamó que un acuerdo o una huelga estaba días, no semanas lejos. Teniendo en cuenta el historial de negociación de Loeb e IATSE tanto antes como durante las negociaciones del contrato actual, los trabajadores deben tomar las palabras de Loeb como una amenaza de que se está preparando un contrato de concesión detrás de las espaldas de los trabajadores. Al igual que con la experiencia de los trabajadores automotores y muchos otros, los trabajadores pueden esperar que se les pida que voten en función de recibir sólo los aspectos destacados que no reflejarán el contenido real del acuerdo.

Mientras los trabajadores están decididos a luchar, algunos pueden tener la ilusión de que el liderazgo de IATSE llevará adelante su lucha con los conglomerados del entretenimiento. Nada está más lejos de la verdad. En respuesta a la grandilocuencia vacía del sindicato, un trabajador declaró: 'Bla, bla, bla ... He visto esta película cientos de veces ... todas estas poses y travesuras llegarán a un final quejumbroso con mi débil IATSE una vez más asumiendo el puesto y tomándolo ... apuesto mi alma eterna a ser arrojado al infierno a que no habrá paro laboral ni huelga y que los miembros del IATSE seremos alimentados con un plato de estupideces calientes por nuestros, ejem, líderes'.

Si esto no sucede, los trabajadores deben tomar la decisión ahora de quitar el liderazgo de su lucha de las manos de los burócratas sindicales y ponerlo bajo su propio control democrático mediante la formación de comités de base. Ha llegado el momento de que los trabajadores se pronuncien contra el salario miserable y las condiciones impuestas a través de la colaboración de IATSE. Para que la lucha tenga éxito, no se puede dejar en manos de los sindicatos vendidos. Los comités de base permitirán a los trabajadores formular democráticamente sus propias demandas, compartir información y vincular la lucha de los trabajadores de la industria del cine y el entretenimiento con sectores más amplios de trabajadores en los EE. UU. y en todo el mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el de octubre de 2021)