El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington ha ofrecido una proyección aleccionadora para la COVID-19 mientras Estados Unidos se adentra en los meses de invierno. El IHME advirtió: '[v]emos que hay cada vez más indicios en el hemisferio norte de que la esperada oleada invernal ha empezado a desarrollarse. Las reducciones de casos, infecciones estimadas y hospitalizaciones se han detenido esencialmente en los Estados Unidos, y estamos empezando a dar la vuelta'.

Señalan que, aparte de la estacionalidad invernal y la disminución de la inmunidad, el 'tercer factor que está impulsando estos aumentos invernales es el hecho de que la gente es mucho menos precavida que el invierno pasado, ya que el uso de mascarillas es mucho menor... que hace un año. Los niveles de movilidad de la gente están justo por debajo de la línea de base anterior al COVID, en lugar de estar entre un 20% y un 30% por debajo de la línea de base anterior al COVID. Juntando todo esto, esperamos que, a pesar de los avances en la vacunación, veamos un repunte en invierno'.

La observación del IHME sobre el comportamiento de la población es correcta hasta donde llega. Pero el pueblo estadounidense no se despreocupó de repente después de sufrir casi 800.000 muertes. La reducción del uso de mascarillas y el gran aumento de la actividad pública son producto de la exigencia de la clase dominante estadounidense, actuando a través de la administración Biden, los gobiernos estatales, los partidos políticos, los medios de comunicación y las gigantescas corporaciones, de que la economía debe abrirse y mantenerse abierta, para alimentar la obtención de beneficios esencial para el sistema capitalista.

¿Qué magnitud tendrá la oleada pandémica de invierno? El IHME, en su proyección actual, prevé que otras 70.000 personas morirán en los próximos meses. El número de muertes por COVID-19 durante la presidencia de Biden eclipsará sin duda el de su predecesor. La muerte masiva se convertirá en la nueva vara de medir los mandatos presidenciales.

Hace dos meses, el Dr. Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota en Minneapolis y antiguo asesor de Biden sobre la pandemia, en declaraciones a Bloomberg, dijo: 'Vamos a ver colinas y valles, al menos durante los próximos años, a medida que vayamos sacando más vacunas. Eso va a ayudar. Pero el reto va a ser: ¿Cómo de grandes serán las colinas y los valles, en términos de distancia? No lo sabemos. Pero puedo decirles que este es un incendio forestal de coronavirus que no se detendrá hasta que encuentre toda la madera humana que pueda quemar'.

A punto de cumplirse el tercer año de la pandemia, a pesar de los repetidos hosannas de que las vacunas COVID-19 han salvado a la humanidad, la sexta oleada está muy avanzada, con más de 550.000 nuevas infecciones notificadas ayer en todo el mundo, más de un cuarto de billón de casos notificados y más de 5 millones de muertes notificadas en estos dos años sin final a la vista. Todavía hay mucho material humano que el virus puede explotar, y dada la naturaleza del SARS-CoV-2, puede hacerlo una y otra vez.

Se han administrado 7.160 millones de dosis de vacunas COVID-19 en todo el mundo. Más de 4.000 millones de personas han recibido al menos una dosis de las vacunas, y 3.160 millones (el 40,5%) están totalmente vacunadas. Sin embargo, con las campañas para ofrecer a todos los adultos refuerzos y a los niños la versión pediátrica de las vacunas COVID-19, significará que masas de personas en países de ingresos bajos y medios seguirán sin recibirlas.

Según la Dra. Lone Simonsen, epidemióloga y profesora de ciencias de la salud de la población en la Universidad de Roskilde (Dinamarca), el brote de gripe más largo del mundo duró cinco años, con dos o cuatro oleadas de infección. COVID-19 no sólo es 'novedoso' en el sentido de un nuevo coronavirus: La forma de la pandemia en sí es novedosa, completamente diferente a cualquier otra experimentada con anterioridad, con seis oleadas distintas en apenas dos años, y sin signos de que la infección se esté debilitando o remitiendo.

En declaraciones a Bloomberg, el Dr. Simonsen explicó que la idea de que los virus se suavizan en el curso de una pandemia es errónea. 'Aunque las nuevas mutaciones no siempre son más graves que sus predecesoras', dijo, 'las pandemias pueden, de hecho, volverse más mortíferas durante el periodo pandémico, ya que el virus se está adaptando a su nuevo huésped'.

La evolución de la cepa delta, muy virulenta, y de sus progenies mutantes refuta las sugerencias complacientes de que las vacunas pondrán de rodillas a la pandemia cuando las poblaciones alcancen la inmunidad colectiva. Se han detectado más de 30.000 casos de la AY.4.2, un sublinaje de la delta del Reino Unido, en más de 30 países.

Más transmisible que sus antecesores, se ha clasificado como una variante en investigación. Los virólogos han observado que el virus aún tiene margen para potenciar estas cualidades y causar estragos en el sistema inmunitario de quienes infecta. Es posible que las vacunas no produzcan ni siquiera un umbral de inmunidad. Las poblaciones dependerán de los refuerzos para evitar la infección y los riesgos de largo covid y muerte que la acompañan.

En Europa se está produciendo un aumento masivo, a pesar de la vacunación masiva. Según el cuadro de mando de COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud, el continente ha registrado más casos en una semana que en cualquier otro momento de la pandemia. Las muertes también han aumentado, con 26.877 en la semana que comenzó el 1 de noviembre de 2021. Esto es un aumento del 10% con respecto a la semana anterior. Alemania, el país más poblado de Europa, con el 67% de la población totalmente vacunada, tuvo un máximo de un solo día de más de 45.000 casos de COVID el 10 de noviembre, y los casos siguen aumentando.

El Director Regional de la OMS, Hans Kluge, comentó: 'Nos encontramos en otro punto crítico de resurgimiento de la pandemia. Según una proyección fiable, si seguimos en esta trayectoria, podríamos ver otro medio millón de muertes por COVID-19 en Europa y Asia Central para el 1 de febrero del próximo año'.

Estas alarmantes proyecciones son igual de válidas para Estados Unidos, que está llevando a cabo una política temeraria de vacunación de la población hasta la normalidad, y también está fracasando en ello. Al súbito descenso de casos observado durante el mes de octubre le ha seguido un brusco repunte en poco tiempo. Y en lugar de asimilar estas lecciones que se han repetido durante los dos últimos años —muertes masivas y sistemas sanitarios desbordados—, Biden ha decidido abrir todas las fronteras internacionales.

Ayer, Estados Unidos informó de cerca de 100.000 casos de COVID. Las muertes alcanzaron casi 1.500. En total, se han producido 47,7 millones de casos y casi 781.000 muertes. Esto significa que una de cada siete personas ha tenido una infección documentada, y una de cada 423 ha muerto por COVID desde que comenzó la pandemia.

La media de siete días de casos diarios alcanzó un mínimo de 70.291 el 25 de octubre. Desde entonces ha subido a 76.769, un aumento del 9% en poco más de dos semanas. Las regiones de EE.UU. que están experimentando un aumento de casos son el noreste, el medio oeste y el oeste. Sin embargo, las recientes celebraciones sobre el descenso de los casos en el sur tendrán que quedar en suspenso, ya que los casos se han estabilizado. Veintisiete estados han informado de un cambio positivo de 14 días en su registro de nuevos casos.

En agosto, un estudio de Japón en forma de preimpresión descubrió que la variante delta poseía múltiples mutaciones en su dominio anti-N-terminal (NTD). Los autores escribieron: 'Todos los anticuerpos neutralizantes anti-NTD no reconocieron la espiga delta, lo que indica que la variante delta es completamente resistente a los anticuerpos neutralizantes anti-NTD' en comparación con las cepas originales. Estos estudios ponen de manifiesto que el SARS-CoV-2 está evolucionando para hacerse resistente a las vacunas actuales, lo que tendrá considerables ramificaciones para la actual estrategia de sólo vacunas que se está promoviendo.

Que el virus haya sufrido repetidas mutaciones no es sólo una propiedad 'natural' de los mecanismos de adaptación del virus. Este proceso se ha visto favorecido desde el principio por las políticas decretadas por los oligarcas financieros, que insistieron en que las consideraciones de beneficio debían tener prioridad sobre la salud pública. Han dado al virus el tiempo y el alcance necesarios, con cientos de millones, y quizás miles de millones de huéspedes humanos, para desarrollar y 'mejorar' su capacidad de infectar y matar.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de noviembre de 2021)