La semana pasada, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, junto con el líder del partido PiS y ministro de Seguridad Nacional, Jaroslaw Kaczynski, presentaron el 'Plan para la Defensa de la Patria'. Esto prevé un aumento de la fuerza objetiva del ejército polaco a 250.000 soldados profesionales. Actualmente, las fuerzas armadas polacas cuentan con unos 110.000 soldados.

Adicionalmente, están los 53.000 voluntarios previstos de Wojska Obrony Terytorialnej, o WOT (Fuerzas de Defensa Territorial), cuya fuerza es actualmente de alrededor de 30.000. Esta milicia paramilitar que está directamente subordinada al Ministerio de Defensa y, al estilo de la Guardia Nacional de Estados Unidos, sirve tanto para apoyar al ejército regular como para brindar 'seguridad interna'. La WOT también tiene como objetivo 'fortalecer los cimientos patrióticos y cristianos del sistema polaco y las fuerzas armadas', y se considera un campo de batalla para los extremistas de derecha.

Kaczynski justificó este 'fortalecimiento radical de las fuerzas armadas' con un empeoramiento de la situación de seguridad como resultado de las 'ambiciones imperiales' de Rusia y los 'ataques híbridos' de Bielorrusia. Este último se refiere a la situación actual en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde cientos de refugiados se enfrentan al hambre, el frío y la muerte. La UE y el gobierno polaco justifican su brutal régimen fronterizo declarándose víctimas. Después de España, Grecia y Hungría, ahora se está erigiendo una valla fronteriza de más de dos metros de altura en la frontera con Polonia.

De manera clásica, Kaczynski presentó su orgía de rearme como un acto de defensa y mantenimiento de la paz. Invocó el proverbio latino: 'Si quieres la paz, prepárate para la guerra'.

No es coincidencia que la información sobre el ejercicio militar polaco 'Invierno 20' se filtró al público a principios de este año. El ejercicio simuló un ataque sorpresa de Rusia contra Polonia. De acuerdo con la doctrina del rearme, las fuerzas polacas fueron devastadas y Varsovia fue rodeada después de sólo cuatro días. Se hicieron comparaciones con la 'Blitzkrieg' de la Wehrmacht (ejército) de Hitler, con la conclusión: 'Incluso peor que en 1939'.

En realidad, las potencias de la OTAN son las agresoras. La alianza militar se ha rearmado masivamente en los últimos años. Esto ha ido acompañado de un aumento de tropas en el flanco oriental de la OTAN, la frontera con Rusia. Las maniobras más grandes fueron 'Trident Juncture', 'Defender 2020', 'Defender 2021' y 'Sea Breeze'.

Polonia tiene un papel clave en la estrategia de la OTAN como campo de batalla y como centro logístico. El gobierno del PiS busca ampliar aún más este papel y busca vínculos más estrechos con el imperialismo estadounidense. Sin embargo, tras la elección del presidente Biden, las relaciones se han enfriado considerablemente.

Sin embargo, en la inauguración del Puesto de Mando Avanzado de la 1ª División de Infantería de EE. UU. en Poznan, Polonia, a principios de octubre, el ministro de Defensa Blaszczak enfatizó que expandir la presencia de tropas estadounidenses era una de sus prioridades en el cargo. Es parte del aumento de 2.000 soldados en la presencia de tropas estadounidenses en Polonia bajo el presidente Trump. Poznan sirve como centro de comando para todas las unidades estadounidenses que operan en el flanco este de la OTAN como parte del despliegue rotatorio 'Atlantic Resolve'.

Esta iniciativa de rearme también exacerbará aún más los conflictos intraeuropeos, tanto el entre Alemania o la UE y Polonia, como el conflicto entre Francia y Gran Bretaña. Este último ha anunciado una alianza con el Grupo de Visegrad (Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría) y los países bálticos contra Francia.

La reforma de la defensa ha sido anunciada durante mucho tiempo y Kaczynski la describió como el logro culminante de su mandato ministerial. Aunque todavía no se ha publicado ningún proyecto de ley y, por lo tanto, no se conocen detalles, el alcance de las medidas previstas parece enormes. El paquete legislativo constará de 720 artículos y reemplazará 14 leyes claves, en primer lugar la ley sobre el deber general de defender, que ha estado en vigor desde 1967.

Uno de los objetivos es garantizar el enorme aumento en el presupuesto de defensa de diversas fuentes y hacerlo en gran medida independiente del presupuesto estatal oficial. Se está creando un 'fondo de apoyo' en el banco nacional de desarrollo BGK específicamente para este propósito. Los ingresos de los bonos del gobierno, los bonos BGK, el presupuesto estatal y las ganancias del Banco Nacional de Polonia fluirán hacia el programa de rearme.

El presupuesto militar oficial también ha ido aumentando durante años. Actualmente se sitúa en alrededor de $12 mil millones, o alrededor del 2,2 por ciento del PIB. El Ministerio de Defensa ya ha anunciado un gasto adicional en armas de alrededor de $33 mil millones para los próximos 11 años. Ya ha firmado contratos de defensa por el valor de 17.400 millones de dólares en los últimos tres años, incluyendo dos baterías de defensa antimisiles Patriot, cuatro helicópteros Black Hawk, 32 aviones de combate F-35, 250 tanques de batalla principales Abrams y tres fragatas clase Miecznik.

Otro objetivo es atraer más soldados a las fuerzas armadas. Mientras no se reintroducirá el servicio militar obligatorio, al menos por ahora, habrá, entre otras cosas, un servicio militar voluntario de un año y más incentivos financieros. Blaszczak ha anunciado planes para aumentar el salario en unos 130 euros. Otro incentivo financiero es una beca completa para quienes se comprometan a cinco años de servicio militar después de graduarse. También hay planes para aumentar el tamaño de las fuerzas de reserva, por ejemplo, exigiendo que se preste un juramento después de completar el servicio militar voluntario, que también será remunerado.

Además, las 'Wojska Obrony Cyberprzestrzeni', o fuerzas del ciberespacio, se establecerán como una rama separada de las fuerzas armadas, y la gestión de crisis nacional se subordinará a la WOT de ultraderecha. Como siempre cuando la clase dominante habla de 'defender la patria', el rearme se dirige tanto hacia afuera como hacia adentro.

La Plataforma Cívica PO, el mayor partido de oposición, critica invariablemente los planes de rearme de la derecha. En la emisora TVN, Tomasz Siemoniak, diputado líder del partido y hasta 2015 ministro de Defensa, se burló de que ese inflado de las fuerzas armadas en términos numéricos era totalmente inútil. En cambio, hizo hincapié en la necesidad de una mejora cualitativa, especialmente en defensa aérea y antimisiles. Al mismo tiempo, Siemoniak también pidió una reserva de varios cientos de miles. Esto iría mucho más allá de los planes PiS conocidos hasta ahora.

En general, de todos los comentarios en los medios polacos se desprende que solo hay un desacuerdo sobre cómo mejorar el ejército. Las diferencias giran en torno a si se debe comprar equipos o si Polonia debe desarrollar cada vez más su propia industria de defensa. También se trata de cuestiones fundamentales de orientación de la política exterior. Mientras que el PO de la oposición pide una mejor cooperación con la UE, Kaczynski justificó el aumento masivo diciendo que en caso de guerra, sería necesario aguantar hasta que llegaran los aliados de la OTAN.

La unanimidad entre PiS y PO en su demanda de rearme subraya la naturaleza de clase de ambas partes. Durante semanas, los médicos y el personal médico han organizado las protestas “Białe miasteczko” (Ciudad Blanca) por mejoras en el debilitado sistema de salud, solo para escuchar del Ministerio de Salud que sus demandas no podían ser financiadas. Por otro lado, aparentemente existen recursos interminables para el rearme militar.

En vista de una nueva ola de coronavirus que se propaga rápidamente en Polonia, la falta de escrúpulos de la burguesía polaca se vuelve particularmente clara. Debido al desmantelamiento de todas las medidas de protección, las cifras de infección han aumentado en más del 50 por ciento en una semana, y la tasa de incidencia de 7 días se ha disparado a más de 140 por 100.000. Polonia ya ha sufrido más de 70.000 víctimas de la pandemia, una de las tasas de mortalidad más altas de la UE. Ya sea en la pandemia o en la guerra, los acontecimientos recientes muestran cuánto voluntariamente la burguesía polaca sacrifica cientos de miles de vidas por sus intereses de clase.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de noviembre de 2021)